domingo, 20 de abril de 2014

FUNDAMENTACIÓN



El XXIII Simposio Nacional de Estudios Clásicos se propone reflexionar acerca de la relación entre ciudadanía y poder político. Cada uno de estos conceptos tiene un anclaje histórico, pero también una dimensión legal. La dicotomía atraviesa el pensamiento occidental desde los sistemas políticos de Grecia y Roma y llega hasta hoy. Se han dado distintas respuestas a este vínculo que no puede definirse de manera unívoca, en tanto constituye un problema complejo en el marco de las ideas democráticas antiguas y actuales.

Los conceptos de ciudadanía y de poder en el mundo antiguo recibieron tratamientos diversos. La ciudadanía fue entendida como una identidad entre otras o como la identidad dominante, sin embargo puede advertirse un principio de articulación e, incluso, de cooperación, fincado en la pluralidad. De este modo, representa tanto el estatuto jurídico que sirve de soporte al conjunto de derechos de los que puede disfrutar un individuo, como el ámbito de definición de las virtudes públicas. La ciudadanía se puede identificar así con el autocontrol democrático y con la capacidad de autogobierno de los sujetos mediante la participación activa en la esfera pública. Por otro lado, el poder político, en lugar de ser pensado sólo como una forma de dominación, puede explicarse, en el mundo antiguo, como la capacidad de actuar concertadamente.

De esta manera, la ciudadanía está en conexión indisoluble con las ideologías relacionadas con el poder, pues, en el marco de la civitas y de la polis, el ser humano participa y actúa en el escenario público en tanto ciudadano político.

El XXIII Simposio Nacional de Estudios Clásicos tiene el agrado de convocar al debate sobre la relación entre ciudadanía y poder político, desde su surgimiento histórico en Grecia y Roma hasta la época actual. 


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